La pandemia, situación que las personas de este siglo no se hubieran imaginado. Es cierto que se han presentado a nivel mundial diferentes brotes de enfermedades que han llegado a ser mortales. Pero que a través de controles sanitarios oportunos se mantuvieron en control.

Podemos hablar del ebola en África, la gripe aviar en Asia, la fiebre de las vacas locas en Europa, el chikungunya en América. Enfermedades que no salieron de su continente o sus efectos en otros países fueron reducidos rápidamente. Entonces ¿Qué pasó con el covid-19?

Se convirtió en una enfermedad virulenta y potencialmente mortífera, a pesar que ya ha transcurrido más de un año y medio, todavía se siente la potencialidad de su génesis. Causando mucho daño, terror y muerte a nivel mundial. Parece una película de ciencia ficción.

Sin embargo hoy día, las personas se han visto afectadas de otras manera por el confinamiento, el encierro ya sea por voluntad propia o por las restricciones impuestas por los gobiernos, ha socavado la compostura, racionalidad y equilibrio de muchos individuos.

Afectación por el confinamiento

Son muchas las enfermedades de base que se han agudizado, otros han empezado a darse cuenta de qué tanto los está afectando dicha situación, los empleos, la seguridad familiar, el bienestar personal, la vulnerabilidad de los adultos mayores, la economía, la educación.

Factores a tomar en cuenta a la hora de decidir qué acciones se deben tomar para regresar “a una vida normal”. La normalidad se ha visto afectada o en su defecto transformada, dependiendo desde que punto queramos verla.

Las emociones que se experimentan son un derivado de las experiencias corporales vividas, por ello que el cuerpo juega un papel fundamental en cómo estamos gestionando la situación que sentimos a nivel personal.

Por ejemplo el cuerpo va a gestionar medidas de seguridad, como dicen los cerrajeros Baratos de Barcelona la seguridad es indispensable. Sí, el cuerpo reaccionara de acuerdo a la situación, protección, lucha contra el virus, supervivencia personal y de los miembros de la familia.

Actividades que benefician

El compartir las responsabilidades en familia nos llevará a crear un espacio protegido y agradable, si bien es cierto que algunos deben salir hacer las compras, por ejemplo o a trabajar porque son empleados de confianza o personal de salud, las medidas abarcan a todos.

Es recomendable hacer cualquier tipo de actividad física, ejercicios que nos permita nuestro entorno, así como actividades de agilidad mental, los juegos de mesas permiten que los niños y personas mayores se mantengan activos y concentrados más en este tipo de actividades.

Aprovechar las tareas domésticas para generar situaciones agradables como movimientos y coordinaciones corporales. Si estas realizando el aseo de tu vivienda, colocar música es una buena opción. Realizar competencias entre los más pequeños también estimula la actividad.

Recomienda la OMS realizar por lo menos entre 150 o 75 min de actividad física semanal de moderada o vigorosa. Así como una alimentación sana y equilibrada permitirá al sistema inmunológico mantenerse activo y proteger el cuerpo.

Por admin

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